El Gobierno prohíbe la protesta del campo frente al casoplón de Iglesias

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Una fila de agricultores en sus tractores protestan por las condiciones de la economía agraria en España. Foto: EFE
Carlos Cuesta

La Delegación del Gobierno de Madrid ha decidido evitar el mal trago a Pablo Iglesias de tener frente a su casa las protestas del campo.

La petición fue realizada el pasado 2 de marzo, tal y como adelantó OKDIARIO. Pero la Delegación del Gobierno ha señalado que, en base a la “inviolabilidad del domicilio” del vicepresidente, una autorización de una movilización de estas características supondría una conculcación de los derechos fundamentales de Pablo Iglesias.

El presidente de APAG Extremadura ASAJA, Juan Metidieri, ha señalado, sin embargo, que en ningún momento la organización agraria pretendía manifestarse “en el salón de la casa de Iglesias ni en su piscina, por lo que esa inviolabilidad no corría peligro”.

Pero, pese a ello, lo cierto es que la Delegación del Gobierno ha preferido ofrecer “otras alternativas”, sin determinar cuáles podrían ser, para evitar que Iglesias se tope con su incongruencia de haber pedido a los agricultores que “aprieten” en las movilizaciones y luego ver el efecto de esa invitación desde su ventana del chalé de Galapagar.

En este sentido, el dirigente agrario ha recordado que “antes las concentraciones para reivindicar eran calificadas por Pablo Iglesias como ‘el jarabe de la democracia’, aunque ahora parece que ese jarabe ha mutado y no nos permiten esa protesta”.

Los agricultores extremeños, de hecho tomaron nota de los consejos del propio Pablo Iglesias. En una de las últimas reuniones mantenidas por el campo con el Gobierno, el vicepresidente podemita les instó a «apretar» porque «tenéis razón». Y APAG Extremadura Asaja tomó nota del comentario, de tal modo que planteó una movilización frente al casoplón del vicepresidente en Galapagar.

Seguir «apretando»

«Iglesias ha reconocido que el campo tiene razón, por lo que se continuará presionando al ejecutivo, en este caso en la persona del vicepresidente», señaló entonces una fuente del sindicato mayoritario en Extremadura.
El presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, llegó a anunciar internamente que la próxima movilización que llevaría a cabo la organización agraria en defensa del sector primario y por unos precios justos se convocaría frente a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar, para así seguir «apretando» al Gobierno.

Los argumentos de Metidieri eran claros: en primer lugar, que el propio Iglesias había pedido mantener la presión para defender los derechos del campo porque «tienen razón». En segundo lugar, porque antes de ese encuentro, los representantes del campo fueron expulsados en la primera reunión que tenían prevista con la ministra de Trabajo. En tercero lugar, por «frivolizar» con los problemas del campo. Y, por último, porque Iglesias habló del Ejecutivo de Sánchez en tercera persona, cuando él es vicepresidente del Gobierno de España y “se ha visto que tiene la capacidad de presión o influencia para asignar carteras en el Gobierno, por lo que también las tiene que tener para adoptar medidas para los agricultores relacionadas con los grandes problemas, como son los precios bajos o la negociación de la política agraria comunitaria”, señala una fuente de Asaja.

Ahora, la Delegación del Gobierno, ha decidido evitar un nuevo “jarabe democrático a Iglesias”.

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